Nueva investigacion sugiere que el extracto de azafrán affron® normaliza de forma efectiva la desregulación del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), mejorando la adaptación a experiencias estresantes.
Un nuevo estudio in vivo arroja luz sobre el efecto del alivio del estrés del azafrán (Crocus sativus L). La investigación destaca la capacidad de affron®, .
extracto estandarizado de azafrán, para aumentar la resiliencia al estrés ocasional.
El nuevo estudio, liderado por Chae-Young Kim PhD, y publicado en noviembre de 2023 en la revista Nutrients, se centra en el papel de affron en la regulación del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA). Los resultados demostraron mejoras significativas tras la administración oral repetida del extracto en sujetos animales modelo de estrés.
La señal del estrés
El eje HPA es un sistema vital de señalización cerebral involucrado en orquestar respuestas al estrés. Funciona para asegurar la supervivencia en situaciones potencialmente peligrosas, y su activación proporciona la energía para una respuesta de «lucha o huida». Sin embargo, la activación persistente del eje HPA debido al estrés prolongado resulta en niveles crónicamente elevados de hormonas esteroidales glucocorticoides (cortisol en humanos), lo que puede tener efectos perjudiciales en la salud general.
El estudio involucró a 40 ratas Wistar divididas en cuatro grupos. Tres grupos fueron sometidos a una serie de pruebas de estrés estandarizadas durante el ensayo de 4 semanas. Dos de los grupos recibieron dosis diarias orales de affron en niveles correspondientes a 100mg/kg y 200mg/kg, respectivamente. El tercer grupo fue sometido a estrés sin recibir affron, y el cuarto grupo no recibió intervenciones como control. Se evaluaron varios parámetros relacionados con el estrés, incluyendo la expresión génica hipotalámica y los niveles de hormonas del estrés.
Los dos grupos de ratas tratadas con affron mostraron disminuciones marcadas en la presencia de arginina vasopresina y factores liberadores de corticotropina (CRF) dentro del hipotálamo. Estas hormonas juegan un papel crucial en desencadenar la liberación de otras hormonas relacionadas con el estrés, incluyendo la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) de la glándula pituitaria, que a su vez señala a las glándulas suprarrenales para liberar corticosterona (corticotropina en roedores). La concentración sérica de estas hormonas secundarias aumentó al principio y luego disminuyó para la tercera semana, con una reducción más pronunciada en el grupo de dosis más alta.
El grupo con la dosis más alta también experimentó una reducción significativa en la expresión del receptor de glucocorticoides (GR), lo cual refleja un mecanismo de retroalimentación negativa que funciona correctamente para orquestar ritmos diarios, manejar respuestas al estrés y facilitar la adaptación a condiciones cambiantes. Este efecto evita la conocida resistencia al receptor de glucocorticoides que ocurre debido a la liberación continua de glucocorticoides. La capacidad de mitigar esta resistencia mediante la reducción de la expresión de GR demuestra la efectividad del cuerpo en manejar el estrés.
El azafrán aligera la carga del estrés
«La activación crónica o excesiva del eje HPA y la elevación prolongada de estas hormonas pueden contribuir a la respuesta maladaptativa llamada sobrecarga alostática, un estado de tensión acumulativa en el que el cuerpo y la mente se ven abrumados por la ansiedad constante o los desafíos, pero no tienen tiempo para recuperarse», explica Inés Morán, PhD, Scientific Studies Manager en Pharmactive. «Más allá de la sobrecarga mental, puede contribuir a varios problemas de salud, como enfermedades metabólicas, y acelerar el desgaste a largo plazo en los sistemas del cuerpo».
Un examen más detallado de las ratas tratadas con affron mostró que mantenían altos niveles de Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (BDNF) en el tejido hipotalámico, una proteína que promueve la plasticidad cerebral y facilita la adaptación en respuesta a experiencias de vida asegurando el crecimiento, supervivencia y mantenimiento de las células nerviosas.
Las ratas también fueron sometidas a una Prueba de Preferencia de Sacarosa en la que se observó que los tres grupos sometidos a estrés perdieron interés en el azúcar. El suplemento con affron revivió el interés en el azúcar.
«Este resultado es significativo, porque los casos extremos de ansiedad o depresión pueden producir síntomas de anhedonia, que es la falta de interés y motivación por cualquier cosa, incluyendo la comida», añade Morán. El renovado interés en el azúcar es evidencia de una mejora comportamental debido a los niveles reequilibrados de reguladores fisiológicos probados en los grupos tratados con affron.
Los desafíos globales actuales, como las inestabilidades políticas, pandemias y convulsiones económicas, han puesto de relieve el impacto multifacético del estrés crónico. Simultáneamente, la demanda de los consumidores por soluciones «better-for-you» está impulsando una exploración más profunda de botánicos y otros agentes naturales para el alivio.
El azafrán es un botánico distinguido con una rica historia de uso medicinal. Una serie de estudios previosconfirmaron la eficacia de affron en diversas poblaciones (incluidos los adolescentes) para aliviar el estrés, la tensión y las alteraciones del ánimo mientras mejora el bienestar mental.
«A pesar del creciente cuerpo de investigación sobre las propiedades del azafrán, que incluye seis estudios publicados de nuestro extracto de azafrán patentado y altamente concentrado, pocos estudios han investigado específicamente su papel en la normalización de la regulación del eje HPA, un sistema crucial para la modulación del estrés en el cuerpo», afirma Carlos Rodríguez, Gerente de Comunicación para Pharmactive. «A través de la investigación continua, estamos descubriendo más sobre los beneficios del azafrán en el bienestar cognitivo y sus mecanismos de acción. Nos estamos dando cuenta de que estos se extienden más allá de influir en la expresión de serotonina, sino que en realidad demuestran un potencial para aumentar la resiliencia al estrés crónico y prevenir su impacto perjudicial en la salud mental y física en general.»
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